Q' PAILA, La Cumbre Cultural, comunicación, liderazgo y Clima Organizacional
Bienvenido a Q' PAILA, un blog creado para conversar sobre el camino que se necesita transitar para convertirse en un mejor líder. Un espacio para personas que creen en el liderazgo como herramienta clave para ayudar a otros a desarrollar su máximo potencial. Si estás en una posición de liderazgo, o aspiras estarlo, este blog es para ti. Tenemos temas variados área comunicacional, liderazgo, clima organizacional
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sábado, 27 de junio de 2015
PROCESOS COMUNICATIVOS
Contenido de la comunicación en Redes.
1. Introducción
El auge del uso de las redes sociales en el mundo desarrollado ha provocado que los medios de comunicación centren su interés en ellos. En España, en el último año, los medios más importantes han creado su propia página en las redes más visitadas o bien han incluido la opción de que los usuarios compartan sus contenidos a través de las propias redes sociales. Esta nueva situación plantea no sólo un análisis básico de la repercusión que la aplicación de redes sociales puede suponer para los medios, sino también evaluar cuáles utilizan y con qué finalidad.
2. La red social
Los apuntes y las cifras certifican el éxito de las redes sociales. Ya en 2005 un informe de Forrester Research anunciaba que los usuarios de Internet tenían como hábito cada vez mayor la visita a un blog, red social, o sindicación de contenidos (Cabrera, 2008). España es el segundo país de la Unión Europea[1], tras el Reino Unido, que más usa las redes sociales, según la Fundación Orange (2009). La magnitud de su crecimiento tiene un ejemplo en la creación de la teoría de los seis grados, según la cual toda la población con acceso a Internet está conectada en las redes sociales por no más de seis grados de separación, es decir, seis contactos, personas o enlaces (hoytecnologia.com, 2008). No obstante, esta situación es parcial. Almirón (2006) recuerda el hecho de que la participación social dependa, en este caso, de las Nuevas Tecnologías, hace que se reduzca sólo a una minoría en comparación con la población mundial.
Las redes sociales, según Orihuela (2008), son “servicios basados en la web que permiten a sus usuarios relacionarse, compartir información, coordinar acciones y en general, mantenerse en contacto”. En todos los casos lo que predomina es la construcción de la identidad en la nueva red. Dans (2008) señala que incluso existe una equivocada aplicación del término de redes sociales, ya que en este caso se tratan más de servicios de redes sociales. Orihuela y Salaverría coinciden en señalar que las redes sociales son una prolongación de las relaciones personales en la vida real, donde se forman comunidades como la familia, el colegio, o los compañeros de trabajo (Dupín, 2009). Es decir, esas uniones se han trasladado a la red con estas nuevas herramientas.
La web 2.0 y sus sucesoras no son “nuevas tecnologías”, sino que remiten a la “evolución” de la participación del público en la red (Cabrera, Casquero, Fernández, & Jiménez, 2007). A ello se une la mejora de los equipos domésticos, con mayores prestaciones, que permite que la gente pueda editar contenidos audiovisuales con mayor facilidad (Pestano, 1999). Por lo tanto, el sitio web tradicional ha ido evolucionando hacia otros formatos según el desarrollo tecnológico producido y el acceso de la sociedad a estos sistemas (Álvarez Marcos & López Hidalgo, 1997). Este fenómeno corresponde a la “era de la participación”, integrada en el Nuevo Entorno Tecnológico (NET) (Díaz Arias, 2006) y; en relación al periodismo, impulsa el concepto de Periodismo 3.0, que según Valera (2005) es “la sociabilización de la información por los ciudadanos a través de medios digitales.”
El primer paso para este estadio de interactividad comenzó hace diez años con el nacimiento de Messenger (García, 2009). Sin embargo, las redes sociales han iniciado un nuevo camino, en principio cauteloso, donde se han producido notables modificaciones. Un ejemplo reciente demuestra un cambio en el uso de las redes sociales en los últimos años. En el caso de Flickr, los primeros usuarios en 2004 se centraban en la publicación de fotografías sólo como un espacio común para los aficionados. Para los adscritos posteriormente, su uso es plenamente social, “usando las fotos como una forma de expresar experiencias, opiniones y gustos personales” (Ortega & Aguillo, 2008 ).
3. La redes sociales y medios de comunicación
a. Naturaleza de las redes sociales: características y diseño
El triunfo de las redes sociales puede deberse a que es una herramienta que conjuga todos los elementos que componen la naturaleza de Internet y que acentúan su singularidad en el sistema comunicativo.
→ Multimedia. Las redes sociales permiten que los usuarios suban a la red contenidos multimedia, como audios, fotografías o sonidos. El multimedia, que siempre ha sido el elemento más complicado por su naturaleza tecnológica, ahora se simplifica. Se crean aplicaciones sencillas en estos espacios, que apenas ralentizan la carga de la web, y que se pueden ver u oír en la misma página, sin que remita a ventanas externas.
→ Hipertexto. La naturaleza de Internet se basa en los enlaces que permiten conectar las páginas entre sí. Los enlaces son el componente fundamental que dirigen hacia los contenidos cargados por el usuario. Precisamente, en el caso de los medios de comunicación, los usuarios suben los enlaces de las noticias en las redes sociales. Por lo tanto, se potencia la navegación entre hipertextos, aportando una mayor profundidad a los contenidos o comentarios publicados.
→Interactividad. Las redes sociales permiten el mayor estadio de interactividad posible en la red. No sólo existe una comunicación bidireccional, sino múltiple, ya que en un mismo instante todas las personas conectadas a la red pueden escribir o comentar los contenidos que suba un determinado usuario. Para las nuevas generaciones, que rechazaban realizar comentarios en los medios de comunicación[2] (Bernal, 2009), esta opción es una oportunidad que se adapta más a sus preferencias de interactividad. Con esta nueva solución no interactúan directamente con el medio de comunicación sino que usan una noticia del medio para interactuar con sus amigos o seguidores de una red social. A diferencia de los comentarios que un usuario puede hacer en una noticia de un medio, donde su reflexión pasa por un filtro (el del redactor) para su definitiva publicación; en las redes sociales pueden comentar las noticias que hayan enlazado otros amigos con total libertad y sin restricción alguna. En ocasiones los medios de comunicación usan aplicaciones de las redes sociales específicas para la retransmisión en directo de noticias, alcanzando la “potencialidad de instantaneidad”, es decir, “la posibilidad de ofrecer informaciones en el mismo momento en que se producen” (Cabrera, 2000)
→Actualización. La actualización depende no de la propia red social, sino que al ser el usuario y los amigos asociados los creadores de sus perfiles, son ellos los que determinan el grado de renovación de los contenidos.
Al margen de la naturaleza de la red social, otra característica de su aceptación se debe a su diseño, basado en estructuras sencillas y fáciles que permitan navegar y publicar con rapidez en la web. Los rasgos definitorios más significativos se pueden concretar en los siguientes puntos:
→Fondos claros que potencian el contraste con la tipografía y mejoran la lectura.
→Utilización de tipografías sans serif.
→Potenciación del multimedia con aplicaciones sencillas de usar y de visualización rápida.
→Interactividad directa (sin intermediarios) y fácil de identificar.[3]
→Mensajes breves, con un número de caracteres determinado.
→Uso de navegación por pestañas, dentro de la misma página, sin abrir nuevas ventanas.
→Uso adecuado del contraste del color, con tonos básicos que separan contenidos.
b. Redes sociales como nuevo modelo de distribución y marketing
La aplicación de las redes sociales en las noticias o contenidos informativos depende de dos factores. Por un lado, el público, que busca espacios o contenidos afines con su red de familiares y amigos, donde puedan participar. Por otro, los propios medios, quienes evalúan las plataformas posibles de difusión más aceptadas.
Los medios de comunicación han entendido principalmente a las redes sociales como un medio de difusión y distribución. Este añadido corresponde a un proceso natural por parte de los medios, fomentado aún más en los procesos de convergencia en las redacciones y en la distribución multiplataforma, donde predomina el enfoque de la demanda del consumidor. Ahora, las audiencias activas se caracterizan por la “fragmentación y la especialización” (Domingo, Salaverría, Cabrera, & Aguado, 2007).
Las redes sociales no son medios de comunicación, aunque sí son un nuevo canal de distribución que permite enlazar sus contenidos en función de lo que publique la audiencia. Ahora cada usuario configura su perfil propio o bien participa en una puesta en común interactiva para crear la portada de la red. Esta opción está en línea con el concepto de self media o periódico personalizado (Cabrera, 2000), en el sentido de que pueden ver contenidos que ellos han seleccionado. Sin embargo las diferencias son notables:
→Todos los amigos o seguidores de la red social a la que pertenece el usuario pueden ver la información que origine, al contrario que el diario personal, que sólo es visto por su creador. Es decir, entre usuarios comunes, se comparten los contenidos.
→En la red social aparecen exclusivamente las informaciones que los usuarios deciden publicar. No lo gestiona el medio en función a las preferencias que el usuario haya realizado, sino que el sujeto activo y creador es el usuario. La audiencia o los lectores actúan como propios gestores y distribuidores de la información.
→En algunas redes sociales, los contenidos informativos que decidan publicar se unen a otros “personales” sobre los amigos, familiares o compañeros del usuario. Por lo tanto, existe un factor personal que impulsa un mayor uso de esta herramienta.
→Lo más importante es que si un usuario publica una información en su perfil de la red social se produce un efecto cadena de ese contenido. Inmediatamente, esa información podrá ser vista por toda la red asociada de amigos del usuario que, a su vez, podrán también publicarlos en sus perfiles. Este efecto cadena no se produce con el diario personal.
Con estos antecedentes, los medios de comunicación han pensado introducir “formatos participativos” que repartan los contenidos del medio (Cabrera, Palomo, & Otero, 2008). Para registrarse en estas redes se pide al usuario entre cuatro y diecisiete datos personales, lo que origina una “herramienta de marketing para la segmentación y planificación”. Además, estas redes a su vez invitan a amigos a afiliarse (Campos, 2008) La rentabilidad de las redes sociales es mucho mayor tanto por la afiliación voluntaria, la colaboración por aportar contenidos, y la mayor atención que prestan a los contenidos publicitarios. Para paliar la ausencia de portabilidad del ordenador, las redes también tienen presencia en terminales portátiles como los móviles, en respuesta a una de las formas de distribución de contenidos más usada por la audiencia (Cabrera).
Parte del éxito de esta fomentación de la participación depende en gran medida del periodista y de su formación. Sólo si el periodista conoce la naturaleza del medio, sus particularidades y evalúa las opciones de interactividad podrá favorecer el desarrollo de este estadio o nuevos estadios de participación social (Cabrera, Casquero, Fernández, & Jiménez, 2007)
c. Uso de redes sociales por los medios de comunicación españoles en Internet.
La gran mayoría de los medios tradicionales presentes en Internet, y los propios medios creados en la red, han respondido a las demandas de las redes sociales. Esta participación se canaliza por dos vías.
La primera, cuando los medios deciden crear una página en una red social a la que se agreguen usuarios[4]. El fin es el de promocionar y fidelizar a sus lectores, oyentes o a su audiencia (Portillo, 2009). De esta forma, los medios aprovechan la oportunidad de distribuir sus contenidos entre una comunidad determinada, donde se forman grupos unidos por su interés particular en el medio. Para Orihuela (2008), ahora los medios de comunicación consiguen tras beneficios con las redes sociales: mejorar su identidad de marca, fidelización e interactividad. Estos espacios generan una nueva necesidad en relación al mercado laboral de los periodistas. Ahora las redacciones multimedia no sólo deben completar con contenidos sus propias páginas web, sino también las redes sociales a las que se han agregado. Dentro de esta opción hay que citar la iniciativa de Soitu, que ha creado su propia red social con un fin más periodístico, llamado Utoi.
El segundo, aún más en aquellos medios que no han decidido crear su perfil específico, radica en potenciar la red como plataforma de lanzamiento o distribución de sus contenidos. En este caso, la mayoría de los medios han añadido entre los servicios que se oferta a sus lectores la oportunidad de publicar o compartir directamente esos contenidos desde el propio medio.
Para analizar el uso de las redes sociales por los medios de comunicación se ha realizado un análisis exploratorio de esta opción en las publicaciones más visitadas en Internet según los registros de OJD[5]. Sin embargo, como en OJD no están incluidos los medios de Prisa, se decidió consultar qué medios de este grupo eran más consumidos según el registro de EGM Internet[6].
Los medios seleccionados deberían ser estrictamente nacionales, dejando al margen los de ámbito local o regional. Aunque en principio se decidió seleccionar sólo aquellos medios generalistas que tuviesen una matriz en los medios tradicionales, debido a los registros encontrados en OJD y en EGM se optó por una enfoque más amplio de estudio y más completo, en línea con la finalidad de una investigación exploratoria. Por ello se eligieron también los medios deportivos más visitados y los de prensa del corazón, cuyas visitas aparecían registradas en estos informes. Además, aunque no estaban entre los más vistos, se incluyeron también dos medios generalistas puramente digitales, como soitu.es y lainformacion.com, en la medida en que permite comprobar si estos medios aportan alguna solución más en la aplicación de las redes sociales. En conclusión, se seleccionaron 16 medios: elmundo.es (1), elpais.com (2), 20minutos.es (1 y 2), publico.es (1), soitu.es, lainformacion.com, marca.com (1 y 2), sport.es (1 y 2), as.com (2), mundodeportivo.es (1 y 2), hola.com (1), ser.es (2), los40.com (2), telecinco.es (1 y 2), rtve.es (2), y antena3tv.com (1 y 2).

viernes, 4 de octubre de 2013
Cómo Trabajar para un mal Líder
Uno de los problemas que más me comentan los lectores del blog es la
frustración que tienen por trabajar para un líder ineficiente. Debido a
que estás leyendo este artículo asumo que eres una persona que busca
activamente crecer, cambiar y convertirte en un mejor líder… pero ¿Qué
hacemos cuando estamos forzados a trabajar para un “jefe” que es un mal
líder?

Primero que todo voy a definir 6 tipos de “Malos Líderes” que conseguí en el libro “Líder de 360 grados” de John Maxwell para tratar de definir el problema que tenemos con nuestro líder o jefe. He aquí una lista de los “líderes” que nadie quiere seguir:
1- El Líder Inseguro:
El líder inseguro piensa que toda decisión necesita pasar por ellos y por su filtro egocéntrico. Una característica común de este tipo de líder es que cuando una persona de su equipo se desempeña excepcionalmente ellos tratan de frenarlo por temor a ser opacados.
2- El Líder sin Visión:
Los líderes sin visión causan dos problemas profundos en su organización: no dan dirección y en consecuencia, no desarrollan pasión en su equipo. La pasión nace de la visión.
3- El Líder Incompetente:
Debido a que el nivel del liderazgo determina el nivel de eficacia de una organización, los líderes incompetentes se convierten en el “tope” de la organización. Si el líder es incompetente, es sólo cuestión de tiempo que la organización completa se vuelva mediocre e ineficiente.
4- El Líder Egoísta:
Tom Peter es su libro “El círculo de la innovación” lo explica perfectamente: “El líder egoísta intentará dirigir a los demás por intereses propios y en detrimento de los demás. Estas personas creen que la vida es un juego que tiene ganadores y perdedores, y animan a los demás a ser perdedores para que ellos puedan recolectar el botín”. Estas personas no creen en el liderazgo como herramienta para ayudar a otros sino para utilizar a otros en beneficio de ellos mismos.
5- El Líder Camaleón o Político:
El líder camaleón no tiene un modelo de principios y valores predecible. Cambia de acuerdo a la situación que más le beneficia. En consecuencia, sus seguidores nunca desarrollan confianza porque saben que el apoyo del líder sólo estará presente en los tiempos buenos.
6- El Líder Controlador:
Las personas que administran minuciosamente a otros con frecuencia están motivados por una o dos cosas: el deseo de perfección, lo cual no se puede lograr, o la creencia de que nadie puede hacer un trabajo tan bueno como lo hacen ellos.
Entonces… ¿Qué hacemos si estamos trabajando para estos “líderes”?
Si tuviéramos control total de la situación podríamos cambiar al líder, pero usualmente no está dentro de nuestro círculo de influencia. Por ello, nos queda una sola estrategia para tratar con ellos:
Añadir Valor…
Tal como dice John Maxwell: “Sin importar cuáles sean nuestras circunstancias, nuestra mayor limitación no es el líder encima de nosotros, sino el espíritu dentro de nosotros”
De antemano te digo que no va a ser fácil, pero es posible… no sólo posible, sino que la situación puede transformarse en un gran éxito. He aquí unas recomendaciones:
1- Desarrolla una relación firme con tu líder: La reacción natural al tener un mal líder es alejarse y construir barreras. Haz lo contrario. Construye puentes relacionales. Trata de conocerlo y busca áreas en común para desarrollar una relación profesional sólida.
Para mayor información puedes leer el artículo “Cómo construir buenas relaciones” y video “Puentes”.
2- Identifica y Aprecia las Fortalezas de tu Líder: Toda persona tiene puntos fuertes y débiles. La tendencia natural cuando tenemos problemas con nuestro líder es enfocarnos en las debilidades. Haz lo contrario. Enfócate en las fortalezas (aunque sean pocas) y aprécialas sinceramente.
3- Comprométete a añadir valor a tu líder: La clave para el éxito de una carrera está en enfocarse en maximizar las fortalezas. Debido a que detectaste las fortalezas de tu líder, comprométete en ayudarlo a potenciar esas fortalezas aún más.
4- Complementa las debilidades de tu líder: Una de las razones por las cuales tienes dificultades con tu líder es que aspectos importantes del liderazgo que son fortalezas para ti no están en él. Es por ello que nace la frustración. Lo bueno es que tú si tienes esas características como fortalezas. Utilízalas al máximo para complementar el equipo entre tu líder y tú. Verás como creas un equipo ganador.
5- Muéstrale “sabiamente” buenos recursos de liderazgo: Debido a que eres lector de este blog, sé que eres una persona que busca mejorar tu liderazgo. Si este blog, un libro o video te ha ayudado, también lo puede ayudar a él.
Sólo ten cuidado como lo comunicas. No le digas: “Necesitas leer este libro o ir a este blog!” sino mas bien busca una conexión, como por ejemplo: “Leí un artículo que me motivó a que podemos apuntar bien alto este nuevo año, te voy a enviar el link para que lo leas” (Me refiero al artículo de Andrés Perlaza “Apunta a lo más alto este 2013”. Para leerlo dale click aquí). Probablemente lea el artículo, le guste el blog y poco a poco lea otros artículos que lo ayuden en su liderazgo. Puedes hacer lo mismo con libros, videos, etc… sólo hazlo sabiamente.
6- Afirma Públicamente a tu Líder: No hay nada de malo (y mucho de bueno) si afirmas las fortalezas de tu líder públicamente. Este tipo de actos profundizarán la relación con tu líder, lo ayudarán a crecer y lo motivarán a llevar sus fortalezas al siguiente nivel.
Trabajar para un mal líder no es tarea fácil, pero si nos enfocamos en el área de influencia que tenemos, podemos transformar la experiencia en algo positivo. A veces creo que la vida nos manda este tipo de retos para ayudarnos a crecer como seres humanos y como líderes. Así que aprovecha la experiencia dentro de lo que puedas.

Primero que todo voy a definir 6 tipos de “Malos Líderes” que conseguí en el libro “Líder de 360 grados” de John Maxwell para tratar de definir el problema que tenemos con nuestro líder o jefe. He aquí una lista de los “líderes” que nadie quiere seguir:
1- El Líder Inseguro:
El líder inseguro piensa que toda decisión necesita pasar por ellos y por su filtro egocéntrico. Una característica común de este tipo de líder es que cuando una persona de su equipo se desempeña excepcionalmente ellos tratan de frenarlo por temor a ser opacados.
2- El Líder sin Visión:
Los líderes sin visión causan dos problemas profundos en su organización: no dan dirección y en consecuencia, no desarrollan pasión en su equipo. La pasión nace de la visión.
3- El Líder Incompetente:
Debido a que el nivel del liderazgo determina el nivel de eficacia de una organización, los líderes incompetentes se convierten en el “tope” de la organización. Si el líder es incompetente, es sólo cuestión de tiempo que la organización completa se vuelva mediocre e ineficiente.
4- El Líder Egoísta:
Tom Peter es su libro “El círculo de la innovación” lo explica perfectamente: “El líder egoísta intentará dirigir a los demás por intereses propios y en detrimento de los demás. Estas personas creen que la vida es un juego que tiene ganadores y perdedores, y animan a los demás a ser perdedores para que ellos puedan recolectar el botín”. Estas personas no creen en el liderazgo como herramienta para ayudar a otros sino para utilizar a otros en beneficio de ellos mismos.
5- El Líder Camaleón o Político:
El líder camaleón no tiene un modelo de principios y valores predecible. Cambia de acuerdo a la situación que más le beneficia. En consecuencia, sus seguidores nunca desarrollan confianza porque saben que el apoyo del líder sólo estará presente en los tiempos buenos.
6- El Líder Controlador:
Las personas que administran minuciosamente a otros con frecuencia están motivados por una o dos cosas: el deseo de perfección, lo cual no se puede lograr, o la creencia de que nadie puede hacer un trabajo tan bueno como lo hacen ellos.
Entonces… ¿Qué hacemos si estamos trabajando para estos “líderes”?
Si tuviéramos control total de la situación podríamos cambiar al líder, pero usualmente no está dentro de nuestro círculo de influencia. Por ello, nos queda una sola estrategia para tratar con ellos:
Añadir Valor…
Tal como dice John Maxwell: “Sin importar cuáles sean nuestras circunstancias, nuestra mayor limitación no es el líder encima de nosotros, sino el espíritu dentro de nosotros”
De antemano te digo que no va a ser fácil, pero es posible… no sólo posible, sino que la situación puede transformarse en un gran éxito. He aquí unas recomendaciones:
1- Desarrolla una relación firme con tu líder: La reacción natural al tener un mal líder es alejarse y construir barreras. Haz lo contrario. Construye puentes relacionales. Trata de conocerlo y busca áreas en común para desarrollar una relación profesional sólida.
Para mayor información puedes leer el artículo “Cómo construir buenas relaciones” y video “Puentes”.
2- Identifica y Aprecia las Fortalezas de tu Líder: Toda persona tiene puntos fuertes y débiles. La tendencia natural cuando tenemos problemas con nuestro líder es enfocarnos en las debilidades. Haz lo contrario. Enfócate en las fortalezas (aunque sean pocas) y aprécialas sinceramente.
3- Comprométete a añadir valor a tu líder: La clave para el éxito de una carrera está en enfocarse en maximizar las fortalezas. Debido a que detectaste las fortalezas de tu líder, comprométete en ayudarlo a potenciar esas fortalezas aún más.
4- Complementa las debilidades de tu líder: Una de las razones por las cuales tienes dificultades con tu líder es que aspectos importantes del liderazgo que son fortalezas para ti no están en él. Es por ello que nace la frustración. Lo bueno es que tú si tienes esas características como fortalezas. Utilízalas al máximo para complementar el equipo entre tu líder y tú. Verás como creas un equipo ganador.
5- Muéstrale “sabiamente” buenos recursos de liderazgo: Debido a que eres lector de este blog, sé que eres una persona que busca mejorar tu liderazgo. Si este blog, un libro o video te ha ayudado, también lo puede ayudar a él.
Sólo ten cuidado como lo comunicas. No le digas: “Necesitas leer este libro o ir a este blog!” sino mas bien busca una conexión, como por ejemplo: “Leí un artículo que me motivó a que podemos apuntar bien alto este nuevo año, te voy a enviar el link para que lo leas” (Me refiero al artículo de Andrés Perlaza “Apunta a lo más alto este 2013”. Para leerlo dale click aquí). Probablemente lea el artículo, le guste el blog y poco a poco lea otros artículos que lo ayuden en su liderazgo. Puedes hacer lo mismo con libros, videos, etc… sólo hazlo sabiamente.
6- Afirma Públicamente a tu Líder: No hay nada de malo (y mucho de bueno) si afirmas las fortalezas de tu líder públicamente. Este tipo de actos profundizarán la relación con tu líder, lo ayudarán a crecer y lo motivarán a llevar sus fortalezas al siguiente nivel.
Trabajar para un mal líder no es tarea fácil, pero si nos enfocamos en el área de influencia que tenemos, podemos transformar la experiencia en algo positivo. A veces creo que la vida nos manda este tipo de retos para ayudarnos a crecer como seres humanos y como líderes. Así que aprovecha la experiencia dentro de lo que puedas.
Al final lo que importa es la Acción
Hace más de 4 años uno de mis mejores amigos estaba pasando por una
situación económica muy fuerte. Mi esposa y yo nos sentíamos muy mal por
su situación y en varias oportunidades conversamos sobre cómo
ayudarlos.
En dichas conversaciones explorábamos varias opciones para ayudarlos, desde enviarles comida, dinero o un regalo que sé que querían pero no podían pagar. En momentos nos dio temor el hecho de que se molestaran porque les dábamos muy poco o mucho.
El punto es que entre opciones y temores nunca les dimos nada.
Llego un momento donde su vida mejoró y pudieron salir del hueco en que se encontraban. Ya no necesitaban nuestra ayuda. La que nunca dimos.
En nuestro corazón hubo intención, pero no acción.
A veces siento que nosotros deberíamos vivir nuestra vida como si fuera una película. Cómo si nos estuvieran filmando en cada momento.
En una película el autor quiere construir un personaje. Él quiere que la audiencia conecte con ese personaje y desarrolle empatía.
En dicha película la única manera de comunicar los valores de un personaje es a través de la acción, no la intención. No hay manera (al menos es sumamente difícil) de que logres comunicar lo que el personaje piensa, sus intenciones y sus valores si no los llevas a la acción.
Por ello, si quieres que el personaje de tu película sea generoso necesitas colocarlo en una situación donde actúe generosamente. Si quieres transmitir que tu personaje ama a Dios necesitas colocarlo en una situación donde muestre su amor por Dios. Si quieres que sea honesto, inteligente, leal necesita actuar de esa manera.
La intención no se transmite en las películas, la acción sí.
Si hicieran una película de tu vida hoy ¿Qué valores revelaría en ti? Recuerda que en una película sólo se transmite la acción de los personajes, no la intención.
¿Te verían como un luchador, seguidor de tus sueños? ¿Serías generoso, honesto, leal, disciplinado? ¿Tu vida sería de inspiración a otros?
Todo depende de las acciones que tomas día a día… de cómo respondes a las oportunidades que te da la vida para que puedas mostrar tu generosidad, trabajo duro, honestidad, lealtad, etc.
Al final lo que importa es la acción, no la intención.
En dichas conversaciones explorábamos varias opciones para ayudarlos, desde enviarles comida, dinero o un regalo que sé que querían pero no podían pagar. En momentos nos dio temor el hecho de que se molestaran porque les dábamos muy poco o mucho.
El punto es que entre opciones y temores nunca les dimos nada.
Llego un momento donde su vida mejoró y pudieron salir del hueco en que se encontraban. Ya no necesitaban nuestra ayuda. La que nunca dimos.
En nuestro corazón hubo intención, pero no acción.
A veces siento que nosotros deberíamos vivir nuestra vida como si fuera una película. Cómo si nos estuvieran filmando en cada momento.
En una película el autor quiere construir un personaje. Él quiere que la audiencia conecte con ese personaje y desarrolle empatía.
En dicha película la única manera de comunicar los valores de un personaje es a través de la acción, no la intención. No hay manera (al menos es sumamente difícil) de que logres comunicar lo que el personaje piensa, sus intenciones y sus valores si no los llevas a la acción.
Por ello, si quieres que el personaje de tu película sea generoso necesitas colocarlo en una situación donde actúe generosamente. Si quieres transmitir que tu personaje ama a Dios necesitas colocarlo en una situación donde muestre su amor por Dios. Si quieres que sea honesto, inteligente, leal necesita actuar de esa manera.
La intención no se transmite en las películas, la acción sí.
Si hicieran una película de tu vida hoy ¿Qué valores revelaría en ti? Recuerda que en una película sólo se transmite la acción de los personajes, no la intención.
¿Te verían como un luchador, seguidor de tus sueños? ¿Serías generoso, honesto, leal, disciplinado? ¿Tu vida sería de inspiración a otros?
Todo depende de las acciones que tomas día a día… de cómo respondes a las oportunidades que te da la vida para que puedas mostrar tu generosidad, trabajo duro, honestidad, lealtad, etc.
Al final lo que importa es la acción, no la intención.
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